“Para evitar actividades hostiles en Berlín, se ha decidido establecer un enérgico control a lo largo de toda la zona fronteriza que divide varios sectores de la ciudad”, decía el comunicado emitido por el Gobierno de Alemania Oriental el 13 de agosto de 1961, domingo. El “control” era una barrera de alambre de espino que tropas del ejército y algunos voluntarios del SED (Partido Socialista Unificado) habían extendido durante la noche anterior para cerrar los pasos entre los dos sectores berlineses.
Y el “control” era, también, un despliegue de dos divisiones acorazadas y 10.000 policías con la orden de disparar contra los orientales que pretendieran franquear aquella barrera, pues sus armas no apuntaban contra los sectores occidentales de la ciudad, sino contra los ciudadanos de Berlín Este. El cierre a cal y canto de la frontera –extendido también a las comunicaciones telefónicas entre Alemania Occidental y Oriental, que quedaron interrumpidas– acababa de esta forma con la esperanza de salir del país de muchos alemanes orientales que querían buscar la libertad en el “otro lado”.
1989 fue un año de cambios en Europa de Este. Las políticas aperturistas y de cambio de Gorbachov en Rusia tuvieron un efecto inmedito en los países satélites del Este de Europa. En 1988 Polonia inicia una serie de huelgas que obligan al gobierno comunista a negociar un proceso de transición hacia la democracia. En Hungria se negocio un giro hacia el multipartidismo en primavera de 1989 y se abrió la frontera con Austria. Esto supuso una llegada masiva de alemanes de la Republida Democratica Alemana a la Republica Federal Alemana vía Checoslovaquia, Hungría y Austria. Caía el telón de acero. Acto seguido, los acontecimientos forzaron la negociación de un cambio de gobierno en la RDA que culminaron con la decisión por parte del mismo de abrir el muro de Berlin el día 9 de Noviembre de 1989. Este acontecimiento precipitaba la caída de la RDA.
El rápido derrumbamiento de la RDA abrió un proceso de negociación, denominado Acuerdo 4+2 (EE.UU., Reino Unido, Francia y la URSS más la RFA y la RDA) que posibilitó la reunificación de Alemania el 3 de octubre de 1990. Esta reunificación fue más bien una absorción de la antigua Alemania comunista por la RFA: a cambio de un compromiso de limitación del poder militar alemán, del no estacionamiento de tropas de la OTAN en el territorio de la antigua RDA y de ayudas económicas, la Alemania reunificada siguió siendo miembro de la OTAN y de la Comunidad Económica Europea.
La reunificación de Alemania era inevitable tras la caída del Muro de Berlín en noviembre de 1989. Sin embargo, las dos repúblicas alemanas eran territorios ocupados por las cuatro potencias vencedoras en la segunda guerra mundial y aún no existía un tratado que pusiera fin de forma legal al conflicto que había terminado hacía cuarenta y cinco años.
La resolución de los aspectos formales de la cuestión alemana se hizo en varias etapas: el 5 de mayo de 1990 tuvo lugar en Bonn el primer encuentro de los ministros de asuntos exteriores de Gran Bretaña, Francia, EE.UU. y la Unión Soviética más los de dos estados alemanes, en lo que se vino en denominar el «Encuentro 4 + 2», para llegar a un acuerdo sobre los principios de la regulación de las fronteras de la Alemania reunificada. Estos debates concluyeron con la firma en Moscú el 12 de septiembre del Tratado 4 + 2 . En lugar de un tratado de paz, se acordó la redacción de un documento que regulara todas las cuestiones inherentes a la realización de la plena soberanía alemana, firmado por todos los participantes y que sería presentado para su aprobación en la Cumbre de París de la Conferencia para la Seguridad y la Cooperación en Europa (CSCE) que debía celebrarse en noviembre. Finalmente el 1 de octubre de 1990 se firmó en Nueva York el documento de suspensión de los derechos de las cuatro potencias sobre el territorio alemán, ratificado en los meses siguientes por todas las partes implicadas.
Estos acuerdos abrieron paso definitivo a la reunificación de Alemania el 3 de octubre de 1990.
En la actualidad todo el proceso está perfectamente consolidado. Esta consolidación ha sido gracias al proceso de negociaciones que se han llevao a cabo. En cada una de ellas se han generado acuerdos, se ha podido realizar seguimiento de los mísmos, y así asegurar que estos acuerdos están consolidados.
¿Qué huebiera pasado si estos cambios se hubiesen impuesto sin negociación? La negociación no solo es importante para conseguir cambios, si no también para consolidar este cambio y hacerlo duradero.