Muchas personas se estancan durante tiempo en los mismos problemas sin tomar una decisión.
Una persona debe tener la capacidad para utilizar tanto un pensamiento estructurado como uno no estructurado, o una combinación de ambos, para alcanzar buenos resultados. Abajo encontrarás ejemplos de diferentes estilos de pensar.
A El innovador entusiasta
Las acciones se escuchan más fuerte que las palabras. De mentalidad abierta y receptiva, llenos de entusiasmo y nunca escépticos, los innovadores entusiastas se lanzan de cabeza al reto de producir nuevas ideas. La precaución es ignorada, tomando el riesgo, con tal de gozar la experimentación. Siempre vienen con buenas ideas que inundan el porvenir. Adoran las crisis y dan las batallas necesarias para lidiar con éstas.
La lluvia de ideas y el pensamiento lateral son el pan nuestro de cada día. La Planificación detallada, elaborada e implementada, al igual que la consolidación de ideas en la práctica, son aburridas. Ellos anhelan ser el centro de atención y lo demandan por el flujo de ideas que proporcionan.
B El observador analítico
Los observadores analíticos prefieren reflexionar y analizar todo antes de tomar cualquier decisión precipitada. Ellos disfrutan revisando una y otra vez la información, analizándola en diferentes ángulos. Ellos aparecen como tolerantes, pensativos y tranquilos. Ellos buscan muchas perspectivas y cada implicación. Ellos observan a todos y escuchan intensamente. Ellos nunca interrumpen y dan gran consideración a la perspectiva de otros.
C El racionalista sistemático
Todo debe ir conforme a un patrón reconocible. Las ideas y observaciones integran teorías válidas que suenan de manera lógica. Los racionalistas sistemáticos son perfeccionistas y organizados en varias operaciones. Ellos cuestionan asunciones básicas de otros y se adhieren a principios, procesos y reglas. Ellos disfrutan con modelos complicados pero odian la ambigüedad y los temas subjetivos. El pensamiento lateral es a mejores instancias un irrelevante pasatiempo y en el peor de los casos una receta para una anarquía.
D El probador práctico
¿Funciona en la práctica? Eso es la única pregunta importante. Los probadores prácticos van a buscar ideas pero las abandonarán si no son prácticas. Estos experimentos son minuciosos. Ellos adoptarán y se adaptarán a las ideas de cualquiera, elevando una crítica constructiva. Ellos se comportan con gran seguridad y desaprueban tener discusiones que no lleven a nada. Encuentran soluciones prácticas a problemas y les fascina derrocar teorías. Ellos disfrutan con el desafío de encontrar mejores maneras de proceder pero a menudo son muy poco conscientes de los sentimientos de otros, si creen que éstos les estorban.