Para conocer si una determinada formación ha sido efectiva debemos medirla en terminos de si se han alcanzado los objetivos esperados. Es imprescindible medir también el retorno de la inversión (ROI) en la formación para tener constancia de que el dinero y el tiempo que la empresa ha invertido ha sido efectivo. Al implicar el ROI en la formación hace que ésta esté focalizada en resultados y «obliga» a la organización a marcarse unos objetivos vinculados a la misma.
Podemos evaluar la efectividad de formación a 4 niveles ( dependerá del objetivo):
– Nivel 1:Reacción
Evaluar la reacción de los participantes sobre el programa, ¿les ha gustado?¿piensan que les será útil?
– Nivel 2: Aprendizaje
Hacemos un test a los participantes y ver que principios, habilidades y hechos han aprendido
– Nivel 3: Aplicación
Evaluación de la aplicación en el puesto de trabajo mediante un seguimiento y si actúan de manera diferente.
– Nivel 4: Impacto en el negocio
Medir si los objetivos que se habían marcado previos a la formación se han conseguido o no, ¿ha incrementado el índice de satisfacción de clientes?
De estos 4 niveles de evaluación nos encontramos que medir el nivel 1 es fácil, es lo que se hace frecuentemente pero no aporta más valor que lo que representa, por el contrario medir el Nivel 4 nos aporta un gran valor, es más difícil de medir y por esto se hace con menor frecuencia.
Tener presente el objetivo de la empresa es lo que va a facilitar poder medir el retorno de la inversión. Una vez el programa de formación esté en marcha deberemos ser capaces de aislar el efecto del programa sobre los resultados. Para ello lo que va a ser importante es identificar los indicadores clave que nos van a servir para medir. Estos indicadores tienen que ver con la actividad del negocio y con la formación. Hay distintos indicadores, hay indicadores de producción (unidades producidas, unidades vendidas, productividad,…), indicadores de tiempo (tiempo perdido, tiempo de reparación, duración de un proyecto,…), indicadores de satisfacción, indicadores de ventas, etc…
Para darle un valor al impacto de la formación es imprescindible transformar estas mediciones terminos tangibles, entendibles y aceptados por toda la organización, pude ser dinero de ventas, pueden ser unidades o indice de satisfacción de clientes.