La importancia de la Curiosidad en un líder

La Curiosidad es el deseo de saber o averiguar una cosa.  Las personas con curiosidad son personas que avanzan. Las ganas y/o necesidad de querer saber más es lo que ha hecho avanzar a las sociedades. 
Las ganas, el impulso de buscar nueva información, experimentar y explorar nuevas posibilidades forma parte de los atributos humanos básicos y son condición imprescindible en el líder.

En el mundo de los negocios la curiosidad nos permite como líderes adaptarnos a los entornos VUCA (Volátiles, Inciertos, Complejos y Ambiguos) de una forma más creativa, flexible y acertada. 

Ser curioso como líder y como persona aporta una serie de beneficios que se repercuten en la organización. Algunos de los beneficios son:

  • Menos errores en la Toma de Decisiones, debido a que las personas indagan y profundizan más y esto hace que las decisiones sean tomadas con mayor conocimiento, y por ello de una forma más segura.
  • Mayor Innovación y Creatividad, esto se produce debido a que el líder curioso está siempre buscando respuestas y soluciones diferentes. Cuando algo ya lo han hecho quieren y desean hacerlo de una manera diferente.
  • Dan mayor satisfacción al cliente tanto interno como externo, las personas curiosas tienen tendencia a escuchar y a preguntar más, por lo que obtienen más información y/o la aprovechan mejor, por lo cual son capaces de dar respuestas más exactas y cercanas a satisfacer las necesidades de los clientes. Ser curioso afianza más su liderazgo.
  • Mejora de las relaciones interpersonales. El líder curioso aplica esta competencia en todo, también en las relaciones personales. Escuchan, observan y hablan de forma abierta y esto les permite tener mayor empatía con los demás y mejorar así las relaciones.
  • Mejores ejecutores por ser comunicadores abiertos. En un estudio realizado en la Harvard Kennedy School, se vio que los grupos con mayor curiosidad ejecutaban mejor las tareas del día a día debido a la tendencia que tenían de compartir la información de una forma más abierta.
  • Los líderes curiosos son más positivos debido a que las situaciones que tienen que afrontar las ven más como oportunidades que como problemas. Toleran mucho mejor las situaciones de estrés, sobre todo aquellas que están asociadas al estrés generado por lo desconocido.

Cuando somos curiosos vemos las situaciones de una forma más proactiva y creativa, ello nos permite avanzar y, junto con el equipo, diferenciarnos de los demás.

¿Cuáles son las principales barreras a la Curiosidad?

La principal barrera a la Curiosidad es la presión de tiempo en pro de los resultados inmediatos, lo cual nos impide explorar la posibilidad de hacer las cosas diferentes y ver si podemos aportar mayor valor, y la segunda el miedo a que si se potencia la Curiosidad se puede terminar con cuestionarse el Status Quo. Esta segunda es el principal motivo por el cuál a los líderes les cuesta potenciar la Curiosidad.

Potenciar la Curiosidad en la Organización a la vez que atraer talento Curioso va a permitir a las compañías diferenciarse, mediante la innovación, de sus competidores.

Liderar con Empatía… versus Ego, Jerarquía, Poder, Status,…

La Empatía es una habilidad esencial en el Manegement actual.
Empatía es la habilidad de las personas de ponerse en el lugar de los demás sin dejar de ser uno mismo ni necesariamente compartir lo que el otro piensa, pero si con la voluntad de entender su punto de vista, el porqué hace lo que hace y dice lo que dice. En Empatía la voluntad de entender es esencial. Para ello es imprescindible dejar de lado los prejuicios, las ideas propias y los sentimientos, mantener la propia identidad y focalizarse en entender al otro sin juzgarle. 

Ego, Jerarquía, Poder, Status,… mal entendidos, es decir, llevados a un beneficio personal enfermizo, son grandes enemigos de la Empatía. Solo es posible entender a los demás cuando hemos dejado de lado el ser nosotros los primeros y estamos focalizados en ellos de forma presente. En la actualidad, en el mundo de la empresa, parece que Empatía es una palabra que por nombrarla mucho, en todas las reuniones y workshops, debería utilizarse mucho, pero en mi experiencia profesional siempre me ha sorprendido la gran cantidad de personas que hablan de Empatía pero cuando llega la hora de tomar decisiones, negociar o relacionarse con empleados y clientes resurgen las palabras Ego, Status, Poder y Jerarquía. Incluso entre los jóvenes parece que es una habilidad que va en decadencia, los resultados de un estudio llevado a cabo por la Universidad de Michigan nos dice que los universitarios de hoy son hasta un 40% menos empáticos que los estudiantes de los años 80 y 90.

La Empatía es una habilidad imprescindible para liderar, en la relación con el cliente, en las negociaciones, en la gestión de conflictos y en la toma de decisiones. 

Entender a los demás nos permite crear nuevas salidas a los conflictos, buscar otros puntos de encuentro en las negociaciones, ofrecer nuevos servicios al cliente y trabajar con nuestros equipos y colegas de forma distinta, por ello Empatía está asociada a la Innovación. Estar abierto a entender a los demás te permite innovar en las relaciones, crear nuevas ideas y cambiar situaciones.

Uno de los errores que cometemos, a veces, al empatizar, es dejarnos ahojar por los sentimientos de los otros o darle lecciones fruto de dejarnos llevar por nuestro Ego, el Status, la Jerarquía y por nuestra Experiencia. Cuando esto sucede, en el primer caso alargamos el sufrimiento de la otra parte y en el segundo caso lo que hacemos es alegarnos de la persona.

Lo importante de la Empatía es ponerla en valor, por ello es importante transformarla en comportamientos, y asegurar que sea percibida por las personas con las que nos relacionamos. Es a través de los comportamientos que las personas percibimos el interés de los demás por nosotros, por nuestras necesidades y por nuestros intereses, es decir, entender antes de ser entendido. Los comportamientos asociados a la Empatía son:

  • Preguntar para entender.
  • Escuchar activamente para comprender.
  • Mirar a los ojos para crear relación interpersonal
  • Parafrasear para asegurar que le hemos entendido.
  • Asentir para invitarle a seguir hablando.
  • Tener Focus, no distraerse, para estar siempre presente en el aquí y el ahora.

Una vez realizado todo lo anterior entenderemos mejor a los demás y podremos acercarnos a ellos de manera que se sientan bien, que se cubran sus necesidades o aceptar que, por el simple hecho de haberles escuchado, les ha permitido entenderse mejor.

Las ventajas de la Escucha Activa

Uno de los principios más importantes de todo el proceso comunicativo es DEBES ESCUCHAR ACTIVAMENTE.

La falta de comunicación que se sufre hoy día se debe en gran parte a que no se sabe escuchar a los demás. Se está más tiempo pendiente de las propias emisiones, y en esta necesidad propia de comunicar se pierde la esencia de la comunicación, es decir, poner en común, compartir con los demás. Existe la creencia errónea de que se escucha de forma automática, pero no es así.

Escuchar requiere un esfuerzo superior al que se hace al hablar y también del que se ejerce al escuchar sin interpretar lo que se oye.

¿Por qué?

La escucha activa significa escuchar y entender la comunicación desde el punto de vista del que habla.

¿Cómo?

Elementos que facilitan la escucha activa:

  • Disposición psicológica: prepárate para escuchar.

  • Observar al otro: identifica el contenido de lo que dice, los objetivos y los sentimientos.

  • Expresar al otro que le escuchas con comunicación verbal (“ya veo”, “umm”, “uh”, etc.) y no verbal (contacto visual, gestos, inclinación del cuerpo, etc.).

Habilidades para la escucha activa:

1-Muestra empatía: Escucha activamente las emociones de los demás y trata de «meterte en lo que dice» y entender sus motivos.

2-Parafrasea: Este concepto significa verificar o decir con las propias palabras lo que parece que el emisor acaba de decir. Un ejemplo de parafrasear puede ser: “Entonces, según veo, lo que le pasaba era que…”, “¿Quiere decir que le sintió…?”.

3-Influir con palabras: Pueden definirse como verbalizaciones que suponen un halago para la otra persona o refuerzan su discurso al transmitir que uno aprueba, está de acuerdo o comprende lo que se acaba de decir. Frases menos directas sirven también para transmitir el interés por la conversación: «Bien», «umm» o «¡Estupendo!».

4-Resume: Mediante esta habilidad informas a la otra persona de tu grado de comprensión o de la necesidad de mayor aclaración. Expresiones de resumen serían:

«Si no le he entendido mal…“, «O sea, que lo que me está diciendo es…»»A ver si le he entendido bien….»

Elementos a evitar en la escucha activa:

1-No te distraigas, si es necesario toma apuntes

2-No interrumpas, al que habla.

3-No prejuzgues

4-No ofrezcas ayudas o soluciones prematuras

5-No rechaces lo que el otro esté sintiendo, por ejemplo: «no te preocupes, eso no es nada».

6-No contraargumentes con los mismos argumentos, por ejemplo: el otro dice «me siento mal» y tú respondes «y yo también».

7-Evita el «síndrome del Experto»: ya tienes las respuestas al problema de la otra persona, antes incluso de que te haya contado la mitad.