Las 5 claves para hacer frente a la mediocridad

Cuando hablo de mediocridad me refiero a cuando no somos capaces de cumplir con las expectativas que tienen de nosotros los demás, tanto clientes internos como clientes externos. No me refiero a cuando no somos capaces de cumplir nuestra promesa de valor, ya que podemos cumplir nuestra promesa de valor pero que ésta sea mediocre a los ojos de los que tienen puestas las expectativas en nosotros.

La mediocridad no es un tema de empresas, equipos o instituciones, la mediocridad es un tema de personas. Somos las personas las qué somos mediocres, o actuamos de forma mediocre, y a través de nuestras acciones hacemos que las empresas y demás sean mediocres. La mediocridad es una actitud.

Cuando oigo frases como: “lo hago lo mejor que puedo”, “no se hacerlo mejor” o “esto es lo que hay”, ya pienso que es posible que el resultado sea mediocre, ya que las personas que dicen estas frases muestran, bajo mi punto de vista, una falta de interés en hacerlo mejor. Podrían decir, por ejemplo,: “Yo lo hago así pero ahora mismo busco si se puede hacer diferente”, o “hay una persona que lo hace mejor que yo, ahora se la presento”, este tipo de actitudes centradas en la mejora indican que esta persona busca salirse de la mediocridad.

Para hacer frente a la mediocridad se necesitan principalmente 5 cosas:

1- Conocimiento:

Uno de los pilares responsables de la mediocridad es la falta de conocimiento. Las personas estamos limitadas por nuestro conocimiento, nadie puede hacer algo que no conoce, de la misma manera que nadie pregunta algo que no sabe. El conocimiento es una puerta, que al abrirse, nos permite ir más lejos de donde estamos ahora y aportar mayor valor al mercado, recortando así la mediocridad. Pero no vale cualquier conocimiento, para ir reduciendo la mediocridad necesitamos aumentar el saber en aquella área donde sumemos más valor.

A menudo nos olvidamos de que el conocimiento no es solo individual, si bien es verdad que hay situaciones donde el conocimiento lo debes adquirir expresamente tu ya que se trata de una actividad individual, el conocimiento podemos no tenerlo nosotros pero si estar dentro de la organización, por ello la fuente más rápida de adquirir conocimiento es ir a buscar a quien sabe, preguntarle, invitarle a la reunión o incorporarlo en el equipo de trabajo.

Para hacer esto, aunque nos sorprenda se necesita reconocer lo que no conocemos.

¿Qué es lo más importante? Tomar consciencia de cual es el conocimiento que debemos tener para garantizar que lo que vamos a ofrecer, servicio o producto, no caiga en la mediocridad. 

2- Empatía:

Mucho se ha comentado ya sobre la Empatía. Es una palabra que está en boca de todo el mundo, en cualquier reunión sale esta palabra. Pero como palabra Empatía significa poco, cuando hablo de Empatía hablo de actitud, de un real interés para ponerte en los zapatos de los demás, vivir la situación como la viven ellos siendo tu y poner todo el interés en cambiarla hacia mejor. 

Para actuar con empatía debemos saber escuchar de forma activa, es decir escuchar lo que nos dicen, y lo que no nos dicen, de forma activa, preguntando cuando sea necesario, tanto para mostrar interés como para conocer más.

Para ser empáticos debemos mostrar comprensión y aceptar las cosas tal como nos las cuentan, sin quererlas cambiar. En infinidad de veces queremos entender las cosas como nosotros queremos entenderlas y, con ello, nos alejamos de los demás en lugar de acercarnos.

3- Orientación a la mejor solución: 

Para huir de la mediocridad tenemos que centrarnos en aportar mejor solución. Este debe ser nuestro compromiso si queremos alejarnos de la mediocridad. ¿Y cual es la mejor solución? Aquella que satisface las necesidades de los clientes. A menudo confundimos solución con cumplir expectativas. Las expectativas es lo que espera la otra parte, pero la otra parte no puede esperar más de lo que sabe, por ello, orientarnos a la mejor solución nos hace que, a menudo por nuestro conocimiento, superemos sus expectativas.

4- Curiosidad

Si nos quedamos con lo que ya sabemos, hoy podemos ser unos expertos pero pasará el tiempo y caeremos en la mediocridad, ya que el conocimiento de hoy no garantiza que vaya a ser el mejor conocimiento para el mañana. Lo que hoy es excelente mañana es mediocre.

En una reciente investigación a 3.000 trabajadores en China, Alemania y los Estados Unidos, se descubrió que el 84% cree que la curiosidad cataliza nuevas ideas, el 74% cree que inspira talentos únicos y valiosos, y el 63% cree que ayuda a promocionarse.

La curiosidad es uno de los valores que menos desarrollados que tenemos. La tendencia es buscar la comodidad, y es evidente que es más cómodo que me enseñen algo que descubrirlo por mi mismo y además querer profundizar en ello.

5- Sentido de la Urgencia

Lo que puedas hacer hoy no lo dejes para mañana. Mañana ya se habrán buscado a otro que les habrá dado una solución que se acerca más a cubrir sus necesidades. 

Vivimos en un mundo donde la oferta supera a la demanda y los clientes cada vez están más formados e informados y son más globales, por lo que no tienen necesidad de esperarse a menos que seas la única solución mundial.

La diferencia entre ser un experto o un mediocre no pasa solo por demostrar el mejor Conocimiento, dar la Mejor Solución y de forma Empática, si no, además, hacerlo de forma rápida, mostrando un verdadero interés por el cliente.

“Nunca tendrás una segunda oportunidad de dar la mejor solución, otros ya lo habrán hecho por ti”.

 

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